La Cruz del Convento de las Descalzas de la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera ha sido arrojada a un estercolero. El Ayuntamiento reconoce que la Ley de Memoria Histórica no era aplicable, pero, pese a todo, ha arrancado la Cruz «porque dificultaba la visión del Convento».
Centrar nuestra atención en el odio, la cobardía y la maldad de los malnacidos que han puesto en marcha la Falsificación de la Historia, sólo encubre nuestra propia cobardía, nuestra debilidad y nuestra deserción.
La imagen de la Cruz arrojada en un vertedero empezó a gestarse en 1956, cuando el Nuevo Estado decidió desarmarse doctrinal y políticamente. La Tecnocracia sustituyó a la Política, el desarrollo institucional a los Ideales. Y ese camino conducía al suicidio por falta de Voluntad de Sobrevivir.
Sufrimos, día a día, afrenta tras afrenta, injusticia tras injusticia. Y ni un mal gesto por nuestra parte, como no sea en las Redes Sociales. Lo que nos suceda lo habremos merecido.
Pedro Pablo Peña.