La Noche de los Azotes. Una historia de patriotas judíos.
Mandato Británico en Palestina. Una Guerra a tres bandas: Ejército y Policía Británicos, Organizaciones Sionistas y Nacionalistas Árabes.
El 13 de diciembre de 1946, el Ejército Británico detiene a un comando del Irgun, integrado por Benjamin Nes, Eliezer Sudit y Benjamin Kimkhi -este último de 17 años de edad-. Pocos días después, un Tribunal Militar les condena a duras penas de prisión. En el caso de Kimkhi, por negarse a reconocer la legitimidad de las Autoridades Británicas, la condena es de 18 años de prisión y 18 latigazos -uno por cada año de prisión-.
El Mando del Irgun -cuyo Comandante supremo era Menahem Begin- se reúne y hace público un comunicado, que se pega en carteles por las calles. En él, acepta los años de prisión -son parte de la Lucha-, pero rechaza la pena de azotes por considerarla humillante. Y advierte que responderá si se ejecuta dicha pena.
El 28 de diciembre, sábado, Kimkhi recibe los 18 latigazos.
El 29 de diciembre, por la tarde, varios comandos del Irgun actúan:
-En Netanya, uno de los comandos entra en un Hotel y detiene al Mayor británico E. Brett, lo llevan a un bosque y le dan 18 latigazos.
-En Rishon LeZion, es capturado un Sargento y azotado en la calle.
-En Tel Aviv, un comando captura a dos Sargentos, y otro comando a otros dos. Los cuatro Sargentos son azotados: 18 latigazos cada uno.
El Mando Británico ordena a los soldados de la Sexta División Aerotransportada que vuelvan a sus casas o a sus Cuarteles para evitar las acciones del Irgun. Patrullas militares montan controles, y, en Kfar Saba, los soldados de una Patrulla ametrallan un vehículo matando a un militante del Irgun, Abraham Mizrahi. Los otros tres ocupantes del mismo -Eliazer Kashani, Mordechai Elkahi y Yehiel Drezner fueron condenados a muerte y ahorcados.
Todavía quedaba un militante del Irgun, Aaron Katz, condenado a 12 latigazos por posesión de propaganda. Un médico militar británico le ofreció un certificado médico, que le eximiría de la aplicación de la pena. Con eso, el Mando Británico quería salvar la cara y evitar las acciones del Irgun. Katz rechazó la oferta y dijo que podía soportar los latigazos. El Gobierno Británico claudicó e indultó a Katz.
La Noche de los Azotes se convirtió en un escándalo en la opinión pública británica y en muchos Dominios del Imperio Británico. El Gobierno Británico tuvo que abolir la pena de azotes en varios Dominios.



