La representación de ‘Don Juan Tenorio’, de José Zorrilla, en los teatros españoles, el día 1 de Noviembre o en fechas próximas, era una tradición, hermosa y profunda, en una Nación Católica. La obra, más allá de los lances de Don Juan, trata del sentido profundo del Bien y del Mal, del libre albedrío y de la predeterminación, de la salvación del alma o de su perdición. El ‘Don Juan Tenorio’ de Zorrilla está inspirado en ‘El burlador de Sevilla’ de Tirso de Molina (entre 1612 a 1630), obra en la que el destino final del Burlador es la condenación eterna. Es por ese sustrato teológico -la pugna entre predeterminación y libre albedrio- de la vida y andanzas de Don Juan, por lo que la obra se representa en torno al 1 y 2 de Noviembre, festividades, respectivamente, de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos.
Una Nación como España, Espada del Catolicismo, debe volver a su Tradición. Es en ella -Fe y Milicia-donde hallará el camino para volver a ser Una, Grande y Libre.
(El enlace es de la representación del Tenorio en TVE, Estudio 1, año 1966, con Francisco Rabal como Don Juan, bajo la dirección de Gustavo Pérez Puig.
Hoy, sufrimos una llamada ‘Ley de Memoria Democrática’ que pretende enjuiciar nuestra Historia reciente. En la Televisión Pública Española, durante la Jefatura del Estado encarnada por Francisco Franco, Paco Rabal, comunista, tenía abiertos de par en par el Cine, el Teatro y la Televisión).
Pedro Pablo Peña.