Responsables de los Servicios de Información del CNP reconocen abiertamente que personas y organizaciones de «extrema derecha» están ‘monitorizados’, esto es, que están sujetos a vigilancia especial para «prevenir atentados terrroristas». Lo que significa que los ordenadores y terminales de telefonía de esas personas y organizaciones están bajo el control remoto de los Cuerpos Policiales.

El R78 está agónico, las Instituciones y la Casta Política han perdido toda credibilidad -no por la acción de la ‘Ultraderecha’, sino por su corrupción e ineficacia-, y el Poder necesita una «cabeza de turco» para culpar a alguien de la rebelión social, que, tarde o temprano, estallará ante la Injusticia entronizada.

Pedro Pablo Peña.