Ante la avalancha mediática que venimos viviendo en las últimas semanas, conviene hacer alguna reflexión.

Antes del 11S, ¿cómo habían llegado los talibán al poder? ¿No hubo un gobierno democrático solo apoyado por la URSS donde las condiciones de las mujeres eran las nunca logradas hasta entonces? ¿Y cómo cayó ese gobierno al retirarse los soviéticos? ¿Les interesó defender a las mujeres o la democracia? Y encima lo hicieron en nombre de la libertad. 

Pero no solo ahí… ¿Acaso defendieron en Libia o en Siria a las mujeres? Aún oigo las palabras de Hillary Clinton, tan feminista ella, jactándose de la caída de Gadafi. Y hoy Libia convertida en un mercado de esclavas y esclavos. Y el Mediterráneo con exiliados y pateras, y el ISIS extendido por todo el Sahel esclavizando en el peor sentido a las mujeres. ¿Les importó o les importa eso? O sea, que no es solo Afganistán ahora, es el recurso de un método… Y seguimos bailando al ritmo de ellos y nos están tomando el pelo, así que a ver si empezamos a denunciarlo bien claro.

Recordemos además estas palabras de Joe Biden, el actual presidente del régimen estadounidense, al anunciar la inminente retirada de Afganistán después de veinte años de guerra imperialista contra ese país: «Nuestra misión en Afganistán nunca tuvo como objetivo construir una nación. Nunca apuntó a crear una democracia unificada y centralizada.»

E.N.