Con nocturnidad y alevosía, han sido profanados los restos mortales de Don Gonzalo Queipo de Llano, magnífico artífice del Alzamiento Nacional en Andalucía, de su esposa, Doña Genoveva Martí Tovar, y del General Don Francisco Bohórquez Vecina, que reposaban en la Basílica de la Macarena.
El comunicado oficial de la Hermandad de Lameculos resulta vomitivo. Respeto a la legalidad vigente, dice el comunicado. Cobardía, dicen los hechos. Así pagan a los Héroes del Alzamiento Nacional y de la Cruzada, que salvó a la Iglesia de España.
El Vaticano, la Curia, la Jerarquía y el Clero romanos de hoy son el nuevo Sanedrín y los mercaderes del Templo.
No dudéis, hijos de puta -los de la Hermandad y el Arzobispado-, que más pronto que tarde os veréis las caras con los hijos leales de España.
Pedro Pablo Peña.