El Estado que se hizo el harakiri.
«De la ley a la ley» fue el principio que acuñó aquel traidor de Torcuato Fernández Miranda -una de las inteligencias más claras del Régimen de Franco (ya no era el Nuevo Estado)- para desmontar el Estado nacido de la Cruzada y convertirlo en una Monarquía parlamentaria.
‘De la ley a la ley’ fue un arma demoledora. A las Leyes Fundamentales del Reino -Fuero del Trabajo, Fuero de los Españoles, Ley Constitutiva de las Cortes Españolas, Ley del Referéndum Nacional, Ley de Principios del Movimiento Nacional, Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado y Ley Orgánica del Estado-, se sumó una última ley fundamental: la Ley de Reforma Política, la ley del harakiri. En base a esta última ley, se abolieron las anteriores. Aprobada en referéndum la Ley de Reforma Política, quedó abierto el camino para sustituir el Estado de la Cruz y de la Espada por una Monarquía parlamentaria, proceso que culminó, el 6 de diciembre de 1978, con la aprobación en referéndum de la Constitución Española actual.
Para llegar a la Constitución Española de 1978, que consagra la Monarquía parlamentaria y el Estado de las Autonomías, fue preciso el harakiri de las últimas Cortes Españolas -para entendernos, las últimas Cortes Franquistas-, esa colección de eunucos y traidores, con contadas excepciones, que, muerto el Generalísimo, buscó el apaciguamiento. Lo mismo hizo la mayoría del Pueblo Español -«que se cambie lo que haya que cambiar, pero que no haya otra guerra», decían los cabestros-. Frente a todos, los Leales, encuadrados en Fuerza Nueva, Falange Española de las JONS (con Raimundo Fernández-Cuesta como Jefe Nacional) y algunos Círculos Carlistas. La Prensa nos bautizó como ‘el Bunker’.
Hoy, cuarenta y cuatro años después de aquella cobardía colectiva, la Nación Española está subyugada por EEUU, la OTAN y la Unión Europea, la Política española obedece las directrices de la Agenda 2030, el Estado Español se está desarmando jurídicamente para permitir la secesión, la Inmigración es ya una Invasión alentada, la pobreza es una realidad cotidiana para más de seis millones de Españoles, la Economía sufre una recesión, la Deuda Pública supera el cien por cien del PIB anual, y, sobre todo, el Pueblo Español ha perdido la Voluntad Nacional.
En resumen, el Bunker tenía razón y la cobardía y la traición se pagan con un precio muy amargo.
Pedro Pablo Peña.