Han transcurrido ya nueve días desde las Elecciones Autonómicas de Madrid del 4-M, tiempo suficiente para una reflexión fría.
Los resultados electorales, aunque no son extrapolables a unas Generales, sí ponen de manifiesto dos puntos: una recuperación del Partido Popular -gracias a Ayuso- y un mantenimiento de VOX -por lo menos, de momento-. Ambos resultados son pésimos para el Nacionalismo radical. A los datos me remito.
El año 2015, fue el de la liquidación de La España en Marcha (LEM). Los resultados obtenidos en las Elecciones al Parlamento Europeo (2014) y los pésimos resultados obtenidos en las Autonómicas y Municipales de 2015 llevaron a la liquidación de LEM. En palabras de la Junta Nacional de La Falange, «se daba por amortizada». Fue sustituida por una Coalición Nacional, de carácter eventual, en la que Alianza Nacional se negó a participar. Una Coalición Nacional, bajo la cual se presentaron listas en varias circunscripciones en las Elecciones de 2015.
La disolución de LEM y su sustitución por la Coalición Nacional iba en sentido inverso al propósito de creación de un Frente Patriota, único e irrevocable, en el que se integraran y disolvieran todas las organizaciones socialpatriotas que así lo quisieran. Es decir, se trató de retroceder en lugar de avanzar.
En 2019, se convocaron nuevas Elecciones al Parlamento Europeo, Autonómicas y Municipales. La Falange (FE) y FEJONS trataron, en un principio, de presentar una Candidatura Azul. Debieron darse cuenta de los malos resultados que obtendrían y dieron paso a una Coalición: ADÑ. En ella, se integraron, además de las dos Falanges, DN y AES. Los NR, NS y otras corrientes socialpatriotas fuimos conscientes de ser excluidos. Por ello, no apoyamos, expresamente, ni el proyecto de ADÑ, ni sus Listas. Y lo hicimos bajo un lema: «Si no quieren nazis en sus Candidaturas, tampoco los querrán en las urnas». Los resultados de ADÑ fueron pésimos. La inexistencia de un Frente Patriota ilusionante, y el fenómeno VOX, contribuyeron a ello.
Los pobrísimos resultados obtenidos en 2019 no hicieron recapacitar a las Falanges. Al contrario, aún cerraron más su espacio político: se han circunscrito sólo al espacio azul. Los resultados del 4-M han sido demoledores.
Es tiempo de reflexionar. España se encuentra secuestrada por un Régimen Político de traidores -desde el Borbón al último concejal-, que ha cedido su Soberanía e Independencia y que amenaza gravísimamente su Identidad Racial y Cultural. El Sistema ha creado una Disidencia controlada -VOX, que sirve de cortafuegos para contener a la verdadera Disidencia patriota. O articulamos sin dilaciones ésta, o condenaremos a España a la esclavitud durante decenios.

Pedro Pablo Peña.